¿Para que voy a ir al médico?
Con la automedicación no sólo pueden NO MEJORAR los síntomas del paciente, sino que incluso pudiera progresar el curso de la enfermedad por falta de tratamiento o PEOR AÚN, EMPEORAR la condición del paciente, por uso de medicación o dosis inadecuadas y hasta contraindicadas para la patología.
¿Qué te parece, mamá?, La señora Carmen, la del apartamento 15, me detuvo antes de entrar al ascensor y me preguntó por qué Luisito se la pasaba últimamente mocoso; que hiciera como ella con Pedrito y cada vez que comenzaran los síntomas, le diera 2 cucharadas de setampilina de 250 mg y "santo remedio".
Ella dice que no necesita ir al médico, es más, con el dinero que se ahorra en la consulta, compra todos los remedios que le hacen falta. "¡Para eso está la doctora de la farmacia y la guía farmacológica, donde consigues hasta la dosis que debes usar!".
Venía incluso de la farmacia de la esquina, donde le recetaron la rifociclina para una quemadura que se hizo en la pierna esta mañana.
"Teresa, esa doctora de la farmacia es bien buena!; la semana pasada, después que traje a mi papá del cardiólogo, le llevé la receta y me cambió todos los remedios por los más baratos que ella tenía en la farmacia. ¡Me ahorré como cinco mil bolos!".
"Hasta el Isopril, como no lo tenía de 5 mg., me dijo que lo llevara de 10 mg. y lo partiera por la rayita cada vez que lo necesitara".
Pero señora Carmen, ¿Usted cree que ella está capacitada para cambiar la prescripción del médico de su papá?". "Pero claro mija, si ese es su trabajo!; además, cuando tiene alguna duda, le consulta a otra doctora que está en una oficina dentro de la farmacia. El otro doctor también es muy diligente, pero yo la prefiero a ella".
El caso de la señora Carmen es una muestra de la cada vez más frecuente automedicación existente en nuestro medio, a pesar de ser completamente injustificada y condicionado por la difícil situación económica que todos estamos viviendo.
Si bien en la farmacia pueden ayudarle con el cambio de un producto por otro con el mismo principio activo, no están autorizados para la prescripción de fármacos ante la descripción de los síntomas de un paciente, ni para cambiar los productos indicados por su médico, por otros con principios activos diferentes. Si tiene dudas, por favor llame a su médico.
Además, sepa Usted que muchas de las personas que lo atienden en una farmacia son AUXILIARES DE FARMACIA, que no tienen las herramientas teóricas de clínica y terapéutica suficientes para medicarlo a Usted o a su familiar y mucho menos, a través de lo que Usted pueda referirles acerca de un determinado problema médico; muchas veces incluso lo que saben es porque se lo escucharon al farmacéutico (que tampoco es médico, de paso); por lo que pudiera salirle "más caro" que una consulta médica.
Tome en cuenta que con la automedicación o con un tratamiento incorrecto, no sólo pueden NO MEJORAR los síntomas del paciente, sino que incluso pudiera progresar el curso de la enfermedad por falta de tratamiento o peor aún, empeorar la condición del paciente por uso de medicación o dosis inadecuadas y hasta contraindicadas para la patología.
Si su presupuesto es limitado, EXÍJALE A SU MÉDICO que le indique medicamentos genéricos y consúltele ante cualquier cambio sugerido en la farmacia, ante cualquier síntoma nuevo o ante el empeoramiento de los previos.
Nunca suspenda o cambie por su propia cuenta el tratamiento indicado por su médico. Él (o ella), por lo menos 10 (diez) años continuos de su vida (7 de carrera y 3 de postgrado, aparte de la actualización permanente durante el ejercicio clínico) los ha pasado preparándose para medicarle a usted. No crea que todo eso está resumido en la "guía farmacológica".
Si no está conforme o si nota empeoramiento de sus síntomas, busque una segunda opinión con otro médico, pero No se automedique.
NOTA: El nombre de los productos farmacéuticos mencionados al principio es FICTICIO; cualquier parecido de los mismos con la realidad es pura coincidencia.
Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier
Medicina Interna
